sábado, 30 de abril de 2011

LA BICICLETA

La bicicleta empezó a desarrollarse como tal hasta XVIII. Es la evolución de un juguete, en concreto del Célérifère que venía a ser un chasis macizo de madera con forma de animal y con dos ruedas con el que sólo se podía ir en línea recta. Nació en Francia-París el 1791 en la revolución  francesa por el conde Mede de Sivrac. . La idea  genial de Sivrac fue colocar las dos ruedas en tándem en lugar de una lado de otro como se venía haciendo desde antiguo. Este juguete de niños ricos y que los ingleses plagiaron creando su propio Dandi  Horse permaneció inalterado por 20 años antes de que alguien le colocase un artilugio para cambiar de dirección.
Será en 1817 el ingeniero alemán Karl Von Drais quien aplicando la ingeniería de la época aplicada a los vehículos le adaptará una dirección.  Estas modificaciones darán origen a la llamada draisiana la cual, sin embargo, aún pareciéndose más a las bicicletas actuales se manejaba como un patinete, o sea, impulsada por el arrastre de los pies sobre el suelo. Pasarán unos 20 años para que el escocés Kirkpatrick Macmillan en 1839 incorporase unos cigueñales que a través de dos bielas permitían girar la rueda trasera de forma rudimentaria.
El siglo XX tan sólo conseguirá añadir algunas mejoras en la bicicleta. Una de ellas es el cambio de marchas que permite adecuar la velocidad y esfuerzo del ciclista a cada terreno.  Lógicamente, la evolución de nuevos materiales cada vez más ligeros y resistentes también serán esenciales para diseñar bicicletas robustas como las “mountain bikes” o versátiles como las plegables.
En definitiva, la bicicleta es un vehículo de dos ruedas de propulsión humana, no conatamina y es ideal para desplazamientos en zonas urbanas y rurales, aunque también se utiliza en diferentes modalidades deportivas.

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